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Un enfoque territorial del desarrollo humano

Los Informes de Desarrollo Humano se fundamentan en el enfoque de capacidad, propuesto por Amartya Sen y Martha Nussbaum, que apunta a colocar a los seres humanos en el centro del desarrollo, en armonía con el planeta, y a ampliar su capacidad de agencia, es decir, su libertad efectiva para alcanzar aquello que tienen razones para valorar.

Los Informes de Desarrollo Humano se han publicado desde 1990 y han explorado diferentes temas a través del enfoque de desarrollo humano, teniendo una gran influencia en los debates sobre el desarrollo en el mundo. Se producen a nivel global, regional y nacional; y en Guatemala se publican desde 1998. La Asamblea General de las Naciones Unidas es el ente que garantiza la independencia editorial de los informes, lo que permite que cada informe tenga mayor libertad para explorar ideas y proponer constructivamente sugerencias para fortalecer las políticas públicas.

A propósito, el Informe sobre Desarrollo Humano 2020: ‘La próxima frontera – El desarrollo humano y el Antropoceno’, elaborado a nivel global, invita a considerar la trayectoria del desarrollo humano (el destino deseado) en un contexto sin precedentes caracterizado por grandes desequilibrios planetarios y sociales. Su punto de partida es la conclusión de la comunidad científica que explica que estamos entrando en una nueva época geológica, el Antropoceno, en la que los seres humanos somos una fuerza dominante que condiciona el futuro del planeta.

Justamente, el Informe de Desarrollo Humano 2020 hace hincapié en las conexiones entre las comunidades, los ecosistemas y la justicia social. Por tanto, el camino no consiste solamente en aumentar las capacidades de las personas para llevar una vida que valoren, es decir, en ampliar las oportunidades de la gente para el bienestar. Se deben considerar cuidadosamente otras dos dimensiones fundamentales del desarrollo humano: la capacidad de actuar (es decir, de participar en la toma de decisiones y de que cada persona pueda decidir por sí misma) y los valores (esto es, la capacidad de tomar las decisiones que cada cual prefiera), prestando una atención especial a sus interacciones con la naturaleza y a la gestión del planeta.

Este Informe Nacional de Desarrollo Humano (INDH), resulta relevante porque posibilita el estudio de la situación del país. En este INDH se acude a una escala de análisis territorial, dadas las grandes posibilidades que esta ofrece para observar la magnitud y diversidad de los cambios que están ocurriendo en Guatemala. Es un intento de visualizar los desafíos del desarrollo humano, desde un lugar cercano a las personas, y considerando las diferencias socioeconómicas, territoriales, ecológicas y culturales que coexisten en el país.

Asimismo, este Informe es una fotografía de los desafíos estructurales de desarrollo humano del país, concentrando su análisis en capacidades que se deben fortalecer y ampliar. Se verá el cambio territorial de Guatemala desde dos puntos de vista metodológicos, primero, a partir de la exploración de indicadores sociales y económicos a nivel departamental y municipal, aproximación que será completada y profundizada por el análisis de algunos espacios territoriales en los que se perciben transformaciones significativas impulsadas por la urbanización, el cambio demográfico, la movilidad humana y el aumento de la vulnerabilidad ambiental y social.

Esta evaluación se fundamenta en el enfoque de capacidad que apunta a colocar a los seres humanos en el centro del desarrollo, en armonía con el planeta, y a ampliar su libertad efectiva para alcanzar aquello que tienen razones para valorar.

¿Cuánto cambió el desarrollo humano de Guatemala en las dos primeras décadas del nuevo siglo, y particularmente entre 2002 y 2019? ¿Cómo se están viviendo esos procesos en los diversos territorios que conforman el país? ¿Cuáles son las dinámicas que han configurado y acelerado esas transformaciones? Son las preguntas iniciales que se responden en este informe.

En este sentido el informe revela que el país experimentó avances en desarrollo humano entre 2000 y 2019, aunque estos fueron desiguales y se desaceleraron luego de la primera década del siglo XXI. De igual manera, mediante un análisis municipal de indicadores de desarrollo humano y de indicadores de privaciones multidimensionales, se ven las brechas que persisten entre los territorios. Desigualdades estructurales que imponen límites a los esfuerzos por avanzar más rápido en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Este panorama complejo de avances y estancamientos en el desarrollo humano territorial es causa y consecuencia entre otros de la urbanización, de los cambios en la ruralidad, de la intensificación de la movilidad humana y del aumento de la variabilidad climática y vulnerabilidad de los ecosistemas, procesos que afectan a todos los territorios de Guatemala en este siglo.

Por esas razones, en el informe se habla de la “celeridad del cambio”, entendiendo que esos fenómenos y sus impactos se caracterizan por su rapidez y por la necesidad de encararlos con prontitud y urgencia. Afectando con particular severidad a las zonas más pobres del país, a las mujeres y a los pueblos indígenas, -poblaciones que son priorizadas en el análisis de este informe-. 

Otro de los ejes analíticos centrales de la investigación es la relación entre los cambios profundos que están ocurriendo en los territorios y la movilidad humana, debido a la gran y creciente importancia que tiene tal fenómeno en el país.

Para llevar a cabo esta investigación se produjo, recolectó y analizó una variada información cuantitativa y cualitativa, se exploraron las evoluciones de novedosos indicadores de desarrollo humano multidimensionales para los 340 municipios del país, cuya naturaleza y construcción se describen en el Anexo Metodológico.

Esta aproximación fue completada y enriquecida con cuatro estudios de casos en espacios territoriales en los que se profundizó el análisis de las transformaciones asociadas a la urbanización, a las nuevas ruralidades, a la movilidad humana y al aumento de la vulnerabilidad socioambiental: los Cuchumatanes, el Altiplano Centro Occidental, los municipios que conforman el denominado “Corredor Seco” y las Tierras Bajas del Norte.

Estos fueron seleccionados por una parte, porque todos ellos son emblemáticos en cuanto a las intensas dinámicas de cambio territorial que el informe deseaba analizar y se localizan en zonas con niveles de desarrollo humano relativamente bajos; y por otra, presentan conformaciones históricas de larga data (como los Cuchumatanes o el Altiplano Centro Occidental), comparten dinámicas sociales y ecológicas comunes (como en las Tierras Bajas del Norte) o corresponden a espacios definidos institucionalmente (como el “Corredor Seco”). En los cuatro casos, interesa entender de manera integral las dinámicas que los están impactando.

Figura 1.2 Altiplano Centro Occidental: ubicación y espacios que componen el territorio analizado

Fuente: elaboración propia en base a mapa municipal referencial SEGEPLAN – Ver Anexo

Figura 1.3 Cuchumatanes: ubicación y espacios que componen el territorio analizado

Fuente: elaboración propia en base a mapa municipal referencial SEGEPLAN – Ver Anexo

Figura 1.4 Corredor Seco: ubicación y espacios que componen el territorio analizado

Fuente: elaboración propia en base a mapa municipal referencial SEGEPLAN – Ver Anexo

Figura 1.5 Tierras Bajas del Norte: ubicación y espacios que componen el territorio analizado

Fuente: elaboración propia en base a mapa municipal referencial SEGEPLAN – Ver Anexo